La psicóloga deportiva, Gabriela Pasquettin, dialogó con «La Redacción» por INFOPICO RADIO 99.9 y se refirió al proyecto de la Legislatura provincial sobre la violencia en el fútbol infantil que ya que obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados
Al respecto, la psicóloga explicó que se trata de un proyecto de la diputada de la UCR, Estela Guzmán que fue aprobado por unanimidad en la Cámara de Diputados. El mismo apunta a un programa preventivo que busca disminuir la violencia en encuentros y competencias de categorías infantiles de todos los deportes pero sobre todo en el fútbol, donde, a través del tiempo, se comenzó a ver de manera más naturalizada.
«Uno ve actitudes de los padres en las canchas de fútbol infantil que realmente son preocupantes, uno puede ir a alentar, puede pegar un grito de motivación, de alegría, pero lo que más se observa es la cuestión de la presión, la violencia y agresión que en ninguna instancia está bueno».
Y menos aún «cuando se trata de fútbol infantil donde los que están dentro de la cancha son los niños, que escuchan y reconocen las voces de sus padres», aseguró la psicóloga. Cuando el grito con violencia viene de alguna de las personas que el chico conoce terminan de alguna manera haciéndole mucho daño.
«El derecho fundamental de un niño que hace deporte es practicarlo para divertirse, jugar y aprender, en un ambiente saludable y sano. Que sea tratado por personas que estén preparadas para hacerlo, eso es lo que uno espera y busca».
En tanto, sostuvo que es en infantiles es donde los más chicos deberían tener técnicos capacitados, ya que no están conformando solamente futbolistas sino que están trabajando con personas que se encuentra en pleno desarrollo, «eso es lo más importante que deben tener en cuenta en un deporte con formativas».
Además, aseguró que desde el lugar de adulto, ese niño necesita aprender que tanto el jugar como el practicar un deporte, no implica buscar siempre ganar, tiene derecho a ser campeón pero también a no serlo«.
«El hecho de sentirse presionados es lo que hace que muchos niños terminan abandonando el deporte y lo que tenemos que preservar es que esto no ocurra, tenemos que preservar que para ese niño el deporte sea un hábito de vida saludable», manifestó.
En la misma línea, señaló que de la gran cantidad de niños que asisten a una academia de fútbol infantil, los que pueden llegar a ser profesionales son solo un pequeño porcentaje y una estadística ínfima. «De miles, llega uno, lo que tenemos que pensar no es en que lleguen, sino en que podamos transmitirle a ese niño buenos valores y códigos de vida para que lo acompañen«.
«Que cuando sea adulto sepa compartir, que es lo que aprenden los niños en deporte, que sepa trabajar en equipo. Tenemos que saber ser solidarios, respetar al otro y tener el compromiso o la puntualidad, eso nos tiene que transmitir el deporte».
Al se consultada sobre cómo se comenzaría a implementar el nuevo proyecto, Pasquettin indicó que se trata de algo muy nuevo que aún se está planificando aunque consideró que en primera instancia se comenzaría a trabajar a través de la prensa y de la difusión de mensajes que apunten a generar conciencia de lo que produce en el niño la presión o la violencia con la que se vive el deporte.
Por otro lado, sería del mismo modo con la carteleria y la folleteria en los lugares donde se entrena y se compite ya que están comenzando las competencias. «Cosas que desde lo visual nos transmiten imágenes y mensajes claros acerca de qué es lo que pretendemos. Después se harán capacitaciones y charlas ya sea con dirigentes, entrenadores, técnicos y padres como para que todos podamos entender y ver esto, hablando en el mismo idioma».
«Acompañarlos a Crecer» el programa precedente implementado en la provincia de Córdoba
En tanto, sostuvo que «Acompañarlos a Crecer» tuvo la particularidad de que fue propuesto por la policía de la provincia, lo que generó un compromiso muy importante en el acompañamiento a todo el proceso.
«Se hicieron algunas actividades en donde fue muy importante la presencia de la policía porque fueron partes de actividades recreativas, lo que generó un acercamiento del niño a la policia, la cuestion de dejar de verlos desde el miedo a la autoridad y empezar a verlos como alguien más que puede estar colaborando y dándonos seguridad», aseveró.
Y relató que recién en última instancia se dieron medidas que dejaron de ser preventivas y fue cuando se empezaron a implementar las sanciones. «La primera sanción que se empezó a incorporar fue que ante algún grito de violencia dentro de la cancha el árbitro debía parar el partido y advertir al padre. Si sucedía de nuevo el padre era acompañado por la policía fuera del predio«.
Aunque explicó que esa medida debió fue puesta en práctica muy pocas veces, debido a que los padres tomaron conciencia «a partir del momento en que vieron que esto no era algo de lo que se hablaba sino algo que se hacía. No es una situación cómoda para nadie, menos para el niño«, concluyó.Vi