Finalizado el torneo de selecciones de la categoría U13 en Embalse (Córdoba) el entrenador pampeano, Martin Montero hizo un balance de la performance de nuestro representativo.
Martin Montero
No hay que dejar de lado la realidad que rodea a nuestro básquet, que no es la mejor, pero a pesar de ello se hace un enorme esfuerzo para poder salir adelante, armar los planteles y tratar de competir.
Si las cosas se hubieran realizado con más anticipación, tal vez, se estaría hablando de una hazaña, pero no pudo ser.
El saldo
El saldo de la competición fue positivo, justamente por el poco tiempo de trabajo, la poca densidad de población que tiene el territorio de la provincia de La Pampa, y la baja cantidad de jugadores federados de la cual se dispone para elegir los mejores 12 de la provincia. Por eso mismo, la colación número 11 en la tabla general tiene que ser un piso para poder mejorar los estratos de trabajo, y por qué no, apuntar a subir algunos escalones en el futuro.
¿Por qué fue positivo?
Porque se logró competir de igual a igual en cada una de las presentaciones que se disputaron. Porque a pesar de los nervios y de enfrentar lo desconocido, los chicos respondieron de la mejor manera, intentando bajar los conceptos explicados a la cancha, y creciendo a lo largo del torneo.
También algo importantísimo para la Federación, que es el comportamiento de nuestra selección fuera del campo de juego, fue de excelencia.
Los partidos
Cada uno de los partidos dejó un aprendizaje y mostró una realidad diferente.
Primero, que hay jugadores de gran altura en otras regiones y que en nuestro territorio no abundan.
Segundo, que otros torneos se juegan a un nivel de intensidad muy superior al nuestro.
Y tercero, que se están haciendo bien las cosas a nivel de técnica individual en nuestra región, pero todavía, hay que mejorar y trabajar la cohesión de equipo.
Para finalizar expresó
Ahora se cierra el período de Torneos Argentinos, y deberá hacerse la autocrítica general para ver las fortalezas y debilidades del proceso, analizarlas, y corregir de cara al próximo período competitivo. Pero lo importante es que el material está, y las ganas de los entrenadores también, si se puede aprovechar esa combinación, se pueden dar cosas esperanzadoras y que inviten a soñar.