Ferro de Pico está a un paso de quedarse con el Apertura de la Primera A, con una comodidad que sorprende, pero no tanto.
Cuando solo faltan tres fechas para que termine el Torneo Apertura 2018 de la Primera A de la Liga Pampeana de Fútbol, Ferro de Pico ya sacó una diferencia de 7 puntos, lo que lo deja a las puertas de la obtención del certamen teniendo en cuenta que solo restan 9 unidades en juego. De hecho, el Verdolaga depende de sí mismo para dar la vuelta el próximo fin de semana, siempre y cuando le gane como visitante a su eterno rival, Costa Brava.
¿Cómo fue que llegó a esta situación inmejorable? Bueno, fue producto de 8 victorias en igual cantidad de presentaciones, en las cuales anotó 20 tantos y permitió solo 4, siendo así el único en ganar todos sus encuentros, el equipo más anotador y menos goleado.
Sin duda lo que ayudó mucho al Ferrocarrilero fue que sus rivales más importantes, hoy por hoy Alvear Football y Racing Club, comenzaron de menor a mayor, perdiendo muchos puntos en el arranque de la competencia, lo que los dejó relegaos pese a que están realizando un sprint final más que destacable.
De todas formas, lo que ocurre no es una simple casualidad, un conjunto de resultados que se dio simplemente en el último tiempo, sino una causalidad provocada por trabajo a conciencia que se viene realizando hace años. Lo más destacable comenzó de la mano de Darío Portis, quien armó la base de un equipos que mescla habitualmente juveniles con jugadores experimentados de la Liga y que, de vez en cuando, se vio reforzado por algún jugador del plantel del Torneo Federal A. Así fue como llegó el título de la Liga en 2015.
El proyecto permitió la obtención de dos Provinciales consecutivos, aún cuando hubo en medio un cambio de mando con la vuelta de Walter Gonzalo a la dirección técnica. De todas formas, lo más destacable es la identidad que adoptó el equipo y el nivel al que llegaron algunos “chicos del club”, que le permiten a Ferro ser la Locomotora Verde que por momentos parece imparable y que da la sensación que para ganar un partido solo necesita apretar el acelerador durante unos pocos minutos, como ocurrió en el 5 a 1 frente a Deportivo Argentino el último domingo, donde en 11 minutos marcó en 5 oportunidades.