Rodrigo Zenarola, profesor de natación con una amplia trayectoria en la enseñanza de este deporte, compartió su experiencia y reflexiones sobre la importancia de aprender a nadar desde temprana edad, los beneficios de la natación para todas las edades y su impacto tanto a nivel físico como emocional. Rodrigo nos visitó en los estudios de INFOPICO RADIO y subrayó la relevancia de la natación como una actividad completa y segura, capaz de generar cambios profundos en la autoestima y la salud de quienes la practican.
Aprender a nadar desde bebés
Zenarola enfatizó la importancia de que los niños comiencen a aprender a nadar lo antes posible. “Yo recomiendo que cuando alguien quiere que sus hijos aprendan a nadar, empiecen lo más temprano posible. A los dos meses ya se puede empezar”, explicó, destacando que los bebés tienen una capacidad innata para adaptarse al agua debido a que han pasado meses en el líquido amniótico durante el embarazo. Rodrigo sostuvo que cuanto más pronto se introduzca a los niños en el agua, más fácil será para ellos adaptarse. “Cuanto más temprano vuelven a estar en ese ambiente, es mucho más natural. A los dos años, un bebé ya puede tener varias herramientas para defenderse si se cae al agua”, afirmó.
El profesor también habló de la tranquilidad que genera en los padres saber que sus hijos han aprendido a nadar, subrayando que el ahogamiento en piscinas es una de las principales causas de mortalidad infantil. “La tranquilidad que da que tu hijo sepa nadar es invaluable”, afirmó, añadiendo que no es necesario que la piscina sea profunda para que un niño corra peligro.
La natación en adultos: nunca es tarde para aprender
A pesar de los miedos que algunos adultos puedan tener al agua, Zenarola aseguró que nunca es tarde para aprender a nadar. “Le he enseñado a nadar a gente grande, incluso a una señora de 69 años que aprendió el año pasado”, relató con satisfacción. Según Rodrigo, muchos adultos creen que si no aprendieron de jóvenes, ya no podrán hacerlo, pero explicó que es un mito. “Es bastante fácil para un adulto aprender a nadar, más de lo que uno piensa”, comentó.
El mayor desafío, según Zenarola, es ayudar a los adultos a superar el miedo al agua. “El miedo se va cuando el alumno se siente seguro. Primero tiene que aprender en un ambiente donde hace pie, y de ahí avanzar”, señaló.
La natación, un deporte completo
Zenarola destacó la natación como uno de los deportes más completos, no solo por sus beneficios físicos, sino también por su impacto en la autoestima. “Saber nadar te genera una autoestima increíble, porque aprendes a dominar un ambiente para el que no estamos preparados”, explicó, comparando la sensación de aprender a nadar con la de volar. Además, mencionó que el esfuerzo físico en el agua es notablemente mayor que en otras actividades: “Moverse adentro del agua cuesta entre 600 y 800 veces más que afuera”, aclaró.
El profesor también hizo una comparación entre el esfuerzo de la natación y otras disciplinas. “Un minuto de natación equivale a dos minutos de trote o tres de bicicleta”, explicó, destacando que 20 minutos nadando pueden equivaler a una hora de bicicleta.
Beneficios para la salud
Zenarola mencionó que la natación es especialmente beneficiosa para personas con problemas respiratorios: «la natación es espectacular para chicos con broncoespasmo o asma, les ayuda muchísimo”, aseguró. También recomendó la natación para personas con sobrepeso, ya que en el agua se elimina el impacto que podría causar problemas en las articulaciones al hacer ejercicio en tierra firme. “En el agua no hay gravedad, por lo que una persona con sobrepeso puede saltar y moverse sin riesgo de lastimarse”, explicó.
La satisfacción de enseñar
Zenarola expresó su satisfacción personal por los logros de sus alumnos, tanto en su desarrollo personal como en competencias. Uno de sus mayores logros fue acompañar a Bautista Bal, en su camino hacia la selección argentina. “Cuando empezamos estábamos lejos de los tiempos mínimos, pero entrenamos duro y logramos llegar con segundos de sobra”, recordó con orgullo.
Además, mencionó el caso de Zaira, una joven promesa del deporte que comenzó a nadar con él y mostró un talento natural desde el primer día. “El primer día que vino no sabía nadar, y al final de la clase ya nadaba de espalda”, comentó admirado.
La natación como herramienta de bienestar
Para finalizar, Zenarola reflexionó sobre el efecto terapéutico de la natación, tanto en bebés como en adultos. “El agua es un masajeador constante, es un hidromasaje continuo”, explicó. Según él, la natación es una excelente manera de reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo. “Hacer actividad física en el agua genera endorfinas y te cambia el humor”, afirmó.
Rodrigo Zenarola ofrece clases de natación tanto para bebés como para adultos en Aigua y en Pico Footbol Club. Para contactarlo, se lo puede encontrar a través de su cuenta de Instagram, @rodrigozenarola_natacion, o por teléfono al 2302469183.