La reciente creación y transcurso de la Liga de Desarrollo de Básquetbol en La Pampa es, desde lo deportivo, un hecho para festejar. Es que cada vez más chicos se suman a un deporte que necesitaba un sacudón, si es que hacemos una retrospectiva del pasado inmediato de esta disciplina.
Estamos hablando de más de 300 basquetbolistas que siguen proyectándose gracias a esta buena idea impulsada por un grupo de profesores y sustentada por la Federación Pampeana de Básquet.
No es únicamente de ellos el mérito, en rigor a la verdad hay que reconocer el acompañamiento de los padres, que también cumplen un gran roll en esta nueva iniciativa, con su presencia, alentando y colaborando con las instituciones deportivas de cada pueblo o ciudad que participa para darle un marco apropiado a cada jornada.
Canchas nuevas como la de Eduardo Castex motivan al crecimiento y demuestran que con trabajo mancomunado todo es posible. Eduardo Castex, sí, otro punto de referencia que aparece en el mapa basquetbolístico pampeano gracias a la posibilidad que brinda esta Liga de Desarrollo.
El griterío de los pibes deambulando por los gimnasios o los propios del juego que provienen desde el parquet, el chirrido de las zapatillas y los aullidos de los silbatos volando hasta las gradas. Olor a choripán, hamburguesas o panchos, todo eso está presente cada jornada para darle un tinte de color importante a esta Liga. Carros en las veredas vendiendo golosinas junto al humo sagrado de los domingos rodean el ambiente y la alegría desbordante en todos los chicos hace de una jornada larga pero inolvidable para muchos.
Si bien nuestro básquet ha pasado por momentos difíciles y tristes, y no es necesario ir muy atrás para comprobarlo, hoy es un momento de júbilo y placer por donde se lo mire. Aros que se vuelven a desempolvar, pelotas que comienzan a ser la búsqueda mas requerida en los negocios deportivos, publicidades que se acercan para apoyar a esta feliz iniciativa y muchos otros deportes que miran de reojo esta explosión basquetbolística que excedió la provincia y contagió de entusiasmo a Huinca Renancó (Córdoba) y América Rivadavia (Buenos Aires).
Y como dijo el gran Michael Jordan: “Los obstáculos no tienen que frenarte. Si te encuentras con una pared, no das la vuelta y abandonas. Encuentras la manera de subir a ella, pasar a través de ella o rodearla”.
Esta Liga de Desarrollo llegó para quedarse y para llevar al básquetbol pampeano a un nuevo sitio de calidad y popularidad.