La cantidad de veces por semana que entrena un deportista amateur muchas veces se relaciona con el tiempo libre que otras obligaciones le dejan. Sin embargo, más allá de los casos particulares, hay corredores que logran hacerse un hueco extra en su agenda, y otros que aún teniéndolo deciden no usarlo para entrenar.
El equilibrio entre el sobreentrenamiento y el poco entrenamiento muchas veces puede ser muy fino. Hay corredores partidarios de correr todos los días, sólo regulando los ritmos en algunos entrenamientos, pero casi sin dejar de correr. Otros, en cambio, prefieren salir a correr algunas veces por semana, las necesarias para mantenerse en forma.
Damián Cáceres (en contra)
En el deporte amateur, que está porfuera de las exigencias de la competencia de elite, no hay necesidad de imponerse un calendario demasiado cargado. Yo soy un corredor amateur que se toma bastante en serio el hecho de entrenar, sobre todo cuando estoy con un objetivo grande como una maratón. En esos períodos soy ordenado en tres pilares:alimentación, descanso y entrenamiento. Pero me tomo mis licencias, ya que no vivo para correr sino que lo hago como una terapia.No me obsesiono. Trato de rodar unas cuatro veces por semana. Pueden ser cinco como máximo cuando busco un pico de kilómetros semanal, que no supera nunca los 110. En mi nivel, me alcanza y sobra. Creo que no rodar dos días a la semana sirve para asimilar la carga y que el cuerpo no quede castigado.
Corro para sentirme bien y porque me gusta, pero no pierdo de vista quees un deporte y nada más. Cuando uno se obsesiona –algo que suele darse en el running por distintos motivos– pierde de foco el sentido real de la vida.
Algunos grandes corredores, como Haile Gebrselassie o Fabián Roncero, sostuvieron siempre que en los entrenamientos hay que sufrir si uno quiere mejorar. Pero ellos corrieron profesionalmente. Si un amateur sufre en los entrenamientos por el afán de mejorar, igual debería descansar el día siguiente al esfuerzo, para poder recuperarse y evitar lesiones. El sobreentrenamiento puede ser tan o más dañino para el cuerpo que entrenar poco.
Corro desde hace años, leo mucho y pregunto otro tanto. Entreno con Damián Simbrón, y le hago caso en todo, pero también le cuestiono algunas cosas, las charlamos y llegamos a buen puerto. Esto no es una ciencia exacta, y cada cuerpo es distinto, pero creo que tres o cuatro veces a la semana, quizá cinco para preparar una carrera larga, son más que suficientes para, sobre todo,sostener la actividad durante muchos años.
Periodista (Runner blog de La Nación, La Nación Corre, Terra runners, Factor running, entre otros).
Maratonista y ultramaratonista amateur.
Santiago García (a favor)
Entrenocasi todos los días del año, y es algo que me dio muchos resultados, ya que bajé mis tiempos en todas las distancias. Me reservo tan sólo los viernes opcionales, por si siento que necesito un descanso, o corro de forma más suave, pero en general también lo uso. Empecé corriendo, como todos, dos o tres veces por semana. Me sentí cómodo porque el cuerpo respondió siempre y porquea la constancia le agregué la progresión. Esos son dos pilares fundamentales a la hora de entrenar. No pretendí saltar etapas ni quise nunca arriesgar la salud. Luego de un tiempo, ya con running team y entrenador, sumé un cuarto. Sin faltar jamás a un entrenamiento desde hace años, sumé un quinto y más adelante un sexto.Los resultados siguen viéndose.
En el año 2012 agregué el doble turno dos veces por semana cuando tengo un objetivo puntual. En circunstancias normales, corro alrededor de 100 kilómetros por semana. Con el doble turno llego a 130 kilómetros. Este último agregado lo hice para buscar bajar las tres horas en el maratón, cosa que logré ese mismo año y repetí en el 2013.Mis entrenamientos no son ilimitados, sólo dos veces por semana hago pasadas y una vez a la semana hago cuestas. Fondos mayores a trece kilómetros, sólo los domingos, excepto cuando preparo una ultramaratón. Todo esto seguido de cerca por mi entrenador, Marcelo Perotti. Hace cuatro años que entreno con él, y no he tenido una sola lesión ni he tenido que parar por sobreentrenamiento. Antes y después de una carrera grande, puedo bajar mucho el entrenamiento o tomarme dos días libres.
Además,correr es algo que no sólo me gusta, sino que me hace feliz. Disfruto todos y cada uno de los entrenamientos, valoro el lujo que significa poder tener el tiempo para hacerlos. Entreno más que la mayoría y menos que la elite, y los resultados se observan, sobre cualquier otra cosa, en lo feliz que soy corriendo. Si puedo tener al menos una hora de felicidad garantizada por día, ¿por qué perdérmela?