El default de la Argentina en el tema doping llegó a su fin. Desde hacía tres meses el país estaba en deuda, pero ayer fue condonado por el organismo internacional correspondiente y su situación pasó de rojo a verde en el estándar mundial.
La Secretaría de Deporte de la Nación había hecho un acuerdo el 27 de enero con el Laboratorio de Control al Dopaje de Coldeportes, de Colombia, y recién ayer la Agencia Mundial Antidoping (AMA) declaró a la Argentina «en cumplimiento» con el código internacional e interrumpió la pena que estaba vigente contra ella.
Consecuentemente, el país vuelve a quedar habilitado para enviar muestras a laboratorios extranjeros que harán los controles, y, simultáneamente, comienza a operar la Organización Nacional Antidopaje (ONAD), que se encargará de establecer normas, tomar muestras y gestionar los resultados en el nivel nacional.
La entidad estaba aprobada por una ley sancionada en diciembre de 2013, pero no se encontraba en funcionamiento. A su cargo, como directora ejecutiva, estará la ex nadadora olímpica Agustina De Giovanni. «La ONAD va a garantizar que el control antidopaje en la Argentina sea independiente y esté en el nivel de los estándares internacionales actuales», informó Carlos Mac Allister, el secretario de Deporte.
Para el funcionario, que asumió en diciembre, el mes siguiente al de la sanción mundial, el fin del default en doping implica
«la oportunidad de reforzar el vínculo con AMA y redoblar el compromiso de la Argentina en la lucha mundial contra el dopaje, con vistas a los Juegos Olímpicos Río 2016 y a la organización de los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018».