Con más de un mes de estadía en Qatar, los hermanos Bertino palpitan la final de Argentina y Francia por el Mundial 2022 que se jugará el domingo a las 12 en el estadio Lusail: la cultural del país, su hospitalidad, el viaje en bici hasta el país asiático, la previa del partido más importante del año y más desde adentro de una experiencia mundialista con un toque bien piquense.
Germán Bertino es uno de los hermanos que emprendieron hace 5 meses esta aventura de encontrarse y recorrer diferentes destinos en bicicleta con el objetivo de llegar a Qatar a ver el Mundial, para el cual tenían solo tenían entradas para ver las semifinales y final, tras el sorteo «ganado» en la página de la FIFA.
«Cuando llegamos veníamos sin saber bien donde íbamos a vivir, teníamos un alojamiento para tres días que nos pedía la habilitación de la Hayya Card, pero bueno, nos encontramos con otro grupo de argentinos, dos chicos que venían en dos combis de España y otros de Francia y después nos encontramos con un grupo de chicos que venían pedaleando igual que nosotros de la provincia de Córdoba, de Laboulaye y nos encontramos juntos ahí con ellos en Abu Dhabi. Ahí se dio una la situación porque nosotros con las bicis teníamos ya la habitación para entrar a Qatar, pero las combis no, así que metimos todas las bicis juntas ahí en las combis, nos vinimos con ellos para ayudarle y dar una mano a hacer fuerza para para que los dejen entrar y antes de llegar a la frontera, nosotros estábamos comiendo antes de pasar en Arabia Saudita y se frenaron dos cataríes, que lo filmaba filmaron la situación y y y los chicos le comentaron su problema y ellos le mandaron eso ese vídeo a una Influencer acá conocido qataré, que amigo de Messi, que tiene un museo, da que justo lo ve a eso y a la mañana seguiente vino para acá y le voy a solucionar el tema. Hizo 100 km y habló con un par de contactos que primero le decían que no, que no iban a poder pasar y llamó a otros contactos de no sé qué de tipo y le dijeron ‘bueno, si vas voy a buscarlo, que pasen'», así la relató Germán a Infopico.com el comienzo de su travesía en el país anfitrión del vigésimo segundo Mundial de la historia.
-Se han viralizado muchas historias de generosidad del pueblo qatarí, y también se conocieron noticias muy triste, ¿cómo es desde adentro esta cultura y su gente?
-Yo tengo la suerte de viajar solo y después con mis hermanos en bicicleta por distintos países musulmanes y su cultura es muy hospitalaria porque nacieron en está religión y la cultura del desierto que los hace muy hospitalarios por una cuestión de supervivencia. En sus tiempos las caravanas necesitaban ir abasteciéndose de recursos, porque el desierto es muy hostil. Por eso son así con los viajeros de todos los países. Aquí, en Qatar, lo que se suma son estas cuestiones más llamativas de recursos económicos, porque es un país que tiene mucho dinero, entonces nosotros venimos de Irán, un país súper hospitalario (quizás desde los países más hospitalarios del mundo donde estuvimos dos meses), pero lo que pasa que estos países la gente tiene mucho dinero, entonces cualquier regalo o cosas traducido a dinero es llamativo. Por ejemplo: uno te regala una entrada que vale 3.000 dólares que para ellos no es nada y para nosotros, 600 son una fortuna.
-¿Cómo consiguieron las entradas?, ¿pudieron ir a otros partidos de la Selección más allá de la semifinal?
-El tema de la entrada de la entrada a los mundiales es compleja. Este es mi primer mundial que lo veo desde el principio. Nos fuimos anotando previamente ya hace un año porque sabíamos que íbamos a venir con mis hermanos acá en bicicleta y nos fuimos anotando a todas las instancias de sorteo y demás que tenía la FIFA y que en la mayoría de Argentina no salió sorteado. Nosotros tuvimos suerte de salir sorteados en las instancias de hay una opción que se llama ‘siguiendo a tu equipo’ que que si tu equipo va avanzando las instancias finales es una una entrada condicional, si tu equipo avanza te dan, si no avanza te devuelven el dinero y nosotros tuvimos la suerte de salir para la semifinal y para la final con esa condición. Si Argentina llegaba a semifinal y al final ya habíamos pagado la entrada la más barata para esos partidos, pero tuvimos mucha suerte. También estábamos con la antes de ir a más partidos y previo a la semi, nosotros fuimos contra Arabia Saudita, porque este mismo influencer qtarí hizo un evento en su casa del que estaba también el padre de Antonela Rocuzzo y en ese evento nos preguntó quiénes no teníamos entrada para algún partido y nosotros no teníamos y dijo: ‘Bueno, voy a tratar de conseguirles’, y de hecho fue así. Había mucha demanda para ese partido porque Arabia Saudita, país limítrofe, tenía muchos hinchas. Y el chico no consiguió, pero nos compró una reventa de seis entradas de 300 dólares. Una locura, jaja.
¿Qué es lo que más te sorprendió de todo esto que engloba al Mundial, tu Mundial? Desde lo deportivo, lo social, lo cultural o lo económico.
-Bueno, mirando nuestro caso es medio una acepción porque nosotros puntualmente no tuvimos que hacer grandes gastos porque tenemos el alojamiento gratuito, la comida no es tan cara, o sea, no tenemos grandes gastos, pero quizá alguien que viene de Argentina tiene que gastarse en un vuelo hasta acá, en comprar entradas, el alojamiento, y se le hace más costoso. La diferencia de cuando estuve en Brasil 2014 es el sector que social, si se quiere, porque de Argentina llegó al Mundial un sector más adinerado, a diferencia de lo que yo vi en Brasil que había de todo.
-¿Volverías a repetir esta travesía?
-Sí, claro, además, nosotros viajábamos no solo pedaleando para llegar acá, sino que fuimos conociendo. La idea era conocer otras culturas, estuvimos en Turquía, en iIán, recorriendo los Balcanes, pasamos de los países más ricos del mundo a los países a los de menos recursos y otras culturas de distintas religiones y demás, o sea, la experiencia de hacerlo en familia, entre hermanos, es también lo hace le da un plus.
A la espera de una nueva final mundialista, Germán Bertino sabe que post partido de este mediodía su retorno está fijado para antes de Navidad y después de más de dos años, reencontrarse con su familia fuera del Zoom y darse un abrazo, que espera que sea con la «copa debajo del brazo». Sus dos hermanos, por otra parte, emprenderán un nuevo desafío hacia Australia, donde tiene una visa de trabajo por un año. Más aventuras y experiencias seguirán ocurriendo en la vida de los Bertino, otra familia piquense que le puso tu toque distintivo a este Mundial de Qatar 2022.