“Cuando el chino me llamó a principio de año y me dijo Pico, no lo dudé. Quería ascender al club del cual soy hincha, en donde nací y por suerte se nos dio” dijo el arquero del ‘decano’, quien ya culminó su año deportivo.
El ‘negro’, que todavía le restan dos partidos por delante, contó: “ahora hay que levantar la cabeza, ya pensar en la promoción y tratar de dejar el alma para ver si podemos revertirlo. Entrenaremos pensando en Recreativo y dejaremos el alma como lo hicimos siempre”.
Tanto en la final, como a lo largo de todo el torneo, Gabriel Argüello en Pico y Raúl Alomo en Agrario Argentino, fueron parte importante de lo que lograron sus equipos. La experiencia, la humildad y el nivel que demostraron, hicieron que fueran los más aplaudidos en el último encuentro.
Emocionados, uno por la alegría del ascenso y otro por la derrota, mostraron la contrapartida de pensamientos y sentimientos que provoca el ganar y el perder. Como así también, en el tono y en las palabras, coincidieron en cómo se gana y se pierde. Entendiendo que el resultado es sólo consecuencia del juego, que ahí termina, que hay revancha, que el respeto queda.
Alomo
“No queríamos los penales porque el negro es muy buen arquero. Pero cuando sonó el silbato me tenía mucha fe” expresó Argüello mientras se disponía a dar la vuelta olímpica. “Estoy muy triste porque nos toca perder en los penales, creo que injustamente, pero bueno, ellos fueron más efectivos” afirmó Alomo apoyado contra el palo del arco.