Descansar también es entrenar. La mayoría de los atletas saben que reposar después de los entrenamientos es esencial para progresar, sin embargo todavía hay muchos que se sienten culpables cuando se toman un día libre. El cuerpo se fortalece en la recuperación.
Los días de descanso son esenciales por varias razones. Algunas fisiológicas y otras psicológicas. El descanso es físicamente necesario para que los músculos se puedan repararse, reconstruirse y fortalecerse.
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Muy pocos días de recuperación pueden dar lugar al sobreentrenamiento, una condición difícil de recuperar. .
.¿Qué pasa durante el descanso?
Se reponen las reservas de energía y se reparan los tejidos dañados. El ejercicio produce cambios en el cuerpo, como la descomposición del tejido muscular y el agotamiento de las reservas de energía (glucógeno muscular), y la pérdida de líquidos.
El tiempo de recuperación permite la reparación de tejidos. Si no le damos al cuerpo el tiempo suficiente para repararse y reponerse no se recuperará para el próximo entrenamiento. Los signos de sobreentrenamiento incluyen una sensación de malestar general, estancamiento, depresión, disminución del rendimiento deportivo y un mayor riesgo de lesiones, entre otros.
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La recuperación a corto y largo plazo:
- A corto plazo o la recuperación activa se produce en las horas siguientes al ejercicio intenso. La recuperación activa se refiere a hacer ejercicios de baja intensidad después de los entrenamientos durante el enfriamiento o hacer ejercicios suaves durante los días posteriores al entrenamiento. Inmediatamente después de entrenar o correr una carrera hay reponer las reservas de energía y los líquidos perdidos. Así se recuperarán los músculos, tendones y ligamentos.
. - A largo plazo se refieren a aquellas que están dentro del plan de entrenamiento. Más bien programadas, cambios de intensidad, días de descanso, más series de natación y menos de corrida, disminución de volúmenes en el ciclismo, entre otros.
.El sueño, un factor clave en el entrenamiento:
Dormir mal afecta los niveles hormonales, en particular los relacionados con la recuperación del músculo y el estado de ánimo. Algunas investigaciones indican que la privación del sueño puede provocar mayores niveles de cortisol (una hormona del estrés), disminución de la actividad de la hormona de crecimiento (que es activo durante la reparación de los tejidos), y la disminución de la síntesis de glucógeno .