Mercado, Ramiro Funes Mori, Kranevitter y Maidana, campeones de la Libertadores en 2015, buscan repetir logros en el equipo nacional
El éxito en los clubes siempre llega cuando desde lo colectivo se impulsa una misma idea de juego. Y muchas veces esos éxitos que terminan en títulos y copas tienen un beneficio individual: el futbolista que aprovechó la estructura para sobresalir y ser considerado uno de los mejores de su país es premiado con un lugar en el seleccionado. Por eso, la presencia en la Copa América de Gabriel Mercado , Jonathan Maidana , Ramiro Funes Mori y Matías Kranevitter , la columna defensiva del River campeón de la Libertadores del año pasado, es una excepción en un fútbol cada vez más hambriento de estrellas que privilegian su lucimiento personal por sobre el del conjunto.
Entre ellos no hay un héroe. Los cuatro siempre supieron que si uno fallaba, se frustraban todos. La proyección de Mercado habría sido imposible sin la cobertura de Kranevitter. Los goles de cabeza de Funes Mori no se explican sin las jugadas preparadas que ubicaban a Maidana como señuelo para los rivales. El mérito de entender las acciones individuales como subordinadas a la misma idea fue lo que llevó a Gerardo Martino a elegirlos en la lista de 23. Y esa virtud necesita el entrenador forjar en el plantel, que llega a este certamen con un equipo en construcción y un estilo de juego que todavía no se plasmó en plenitud. No es casualidad que para Chile 2015 ninguno haya tenido un lugar y ahora estén los cuatro acá. El entrenador algo sigue buscando.
Claro que no sólo lo que pasa en la cancha es importante. Así como se destaca que en Barcelona Lionel Messi, Neymar y Luis Suárez traducen en el campo de juego la buena relación que tienen fuera de él, los ex jugadores de River destacan el lado humano que trasciende al futbolista. «Estamos disfrutando mucho. Acá estoy con mis amigos; ellos son más que compañeros y eso hace mucho más fácil la estadía», dice en un diálogo con LA NACION Mercado. que comparte con Maidana una habitación del tercer piso del hotel donde se concentra la delegación. En la de al lado están los que nacieron en el club y emigraron: Kranevitter y Ramiro Funes Mori.
Para el mellizo, que tiene asegurada la titularidad en el debut contra Chile, esta competencia es especial. Estados Unidos fue su casa durante ocho años, ya que se fue a vivir a Dallas con su familia cuando tenía 9; volvió a Buenos Aires a los 17. «Tengo sangre argentina, pero acá hice parte de mi vida. Vivir en Dallas fue difícil al principio, porque no sabía el idioma, pero después del primer año fue más fácil para mí y para mi hermano», dijo el defensor, que dejó River el año pasado para comenzar su camino en Europa, en el Everton inglés.
Su compañero de cuarto, Kranevitter, es uno de los que tienen chances de ser titular por la lesión de Lucas Biglia. «Habíamos soñado con estar todos acá. El reencuentro fue muy lindo», señaló el volante de Atlético de Madrid, que debutó en el conjunto nacional el año pasado, durante una gira por este país. Con 23 años, el tucumano aprovecha cada entrenamiento para aprender de Javier Mascherano, uno de sus ídolos, ya que los dos nacieron en la cuna de River.
También Mercado estará desde el pitazo inicial. El lateral que se ganó un lugar sobre la base de buenas actuaciones y goles (en la eliminatoria actual tiene más tantos que Messi) ya estaba un paso adelante de Pablo Zabaleta, que no viajó a raíz de una lesión, y es la opción principal por sobre Facundo Roncaglia, que actúa en Genoa, de Italia.
Por el lado de Maidana, esta citación es un premio a la constancia. La carrera del defensor está signada por los golpes deportivos de los que logró reponerse. Debutó en 2004 en Los Andes y, aunque sufrió un descenso a la primera B, fue citado para el seleccionado Sub 20 y llegó a Boca. El mayor tropiezo, por supuesto, fue el descenso en River, en 2011. Hoy es el único jugador del plantel millonario que participó en la caída y en la resurrección: estuvo en aquella promoción frente a Belgrano, ascendió y ganó el torneo local y copas internacionales.
Hace un año los cuatro miraron la Copa América de Chile como un intervalo de atención en su única preocupación: la Copa Libertadores, que había entrado en receso luego de los cuartos de final. Hoy la historia es otra. Y tratarán de escribirla con el mismo trazo con que lo hicieron en River.