París, la Ciudad de la Luz, es en el escenario de los Juegos Paralímpicos, donde el deporte trasciende las barreras y el espíritu humano se manifiesta en su forma más pura. Martín «El Pampa» Ferrari, director de la selección argentina de ciclismo paralímpico, charló con «La Redacción» desde las calles de Saint Etienne.
El piquense , con una trayectoria que abarca cinco Juegos Paralímpicos, se mostró emocionado y orgulloso de liderar a su equipo en París: «Estamos en el circuito de ruta, a 30 kilómetros de La Villa, en San Etienne. Ya terminamos la pista y ganamos cuatro diplomas paralímpicos, mañana empezamos la ruta con expectativas, tenemos un buen equipo y estamos muy esperanzados», comentó con entusiasmo.
Además, destacó la importancia de la representación argentina en estos juegos, no solo en ciclismo sino también en otros deportes. “Es un orgullo tener a nuestra representante piquense, Analuz Pellitero compitiendo en natación. Su desempeño inspira a todos los pampeanos”, señaló el entrenador, resaltando la conexión y el apoyo mutuo entre los atletas argentinos.
Comparando sus experiencias en diferentes ediciones de los Juegos, Ferrari hizo una profunda reflexión sobre el crecimiento y aprendizaje que ha adquirido a lo largo de los años. “Beijing 2008 fue un antes y un después para mí porque no solo competí, sino que conviví por primera vez con personas con discapacidades en un entorno tan cercano y masivo. Fue una experiencia increíble y también muy dura, pero me surgió una nueva pasión: trabajar con gente con discapacidad”.
El pampa se mostró muy emocionado al recordar momentos de su carrera, como la medalla de bronce lograda en Londres 2012 y los desafíos enfrentados en los juegos subsiguientes, especialmente en Tokio 2021, marcados por la pandemia. «París todavía no lo puedo evaluar completamente, pero me atraviesa el mundo paralímpico en las venas, muy feliz», expresó, dejando claro su profundo compromiso y pasión por su trabajo.
Los Desafíos del Deporte Paralímpico en Argentina
Ferrari también hizo hincapié en las dificultades que enfrenta el deporte paralímpico en Argentina, particularmente en términos de recursos y apoyo. “Es muy difícil en un país como Argentina porque no tenemos el presupuesto ni las políticas deportivas necesarias. Siempre dependemos de los esfuerzos personales y las condiciones extraordinarias del atleta o la familia”, remarcó, subrayando la disparidad en comparación con otros países con más recursos.
Sin embargo, a pesar de estas dificultades, Ferrari se mantiene optimista y enfocado en los logros que su equipo puede alcanzar. “Venimos como candidatos, es muy difícil, pero estamos acostumbrados a superar los desafíos. Ganamos en competencias anteriores, y aunque la carrera hay que correrla, siempre hay esperanza”, afirma, demostrando la resiliencia y determinación que caracteriza a su equipo.
Más allá de la competencia y las medallas, Ferrari destacó el valor humano del deporte paralímpico: “aquí todos tenemos historias de vida de mucha resiliencia. Nos conocemos todos, y ver cómo cada uno se supera es inspirador. En el ciclismo convencional competimos para ganar al rival, pero aquí, cuando alguien rompe un récord o cumple su objetivo, nos alegramos porque sabemos lo que han atravesado para llegar aquí”.
Con los Juegos de París en pleno desarrollo, Ferrari y su equipo mantienen la vista puesta en el futuro y en la posibilidad de traer una medalla a casa. “Nuestra expectativa es grande, y aunque sabemos que el camino no es fácil, estamos aquí para dar lo mejor”, manifestó el entrenador, dejando claro que, más allá de los resultados, la verdadera victoria radica en el esfuerzo, la dedicación y la pasión por el deporte.