- A tres días del estreno de San Lorenzo en la Liga Profesional, el volante de 22 años dialogó con el medio partidario Pasión por el Ciclón e hizo mención a la posibilidad de estar desde el inicio el fin de semana, su frustrada cesión a Talleres y elogió a tres experimentados del plantel como Ortigoza, Torrico y Di Santo.
Julián Palacios llegó a San Lorenzo cuando aún era muy chico, con el fin de realizar las inferiores en el club y llegar a cumplir el sueño que muchos tienen, pero pocos pueden lograr: ser futbolista profesional.
El 23 de noviembre de 2019 reemplazó a Andrés Herrera en Tucumán, y ante Atlético pudo disputar sus primeros 14 minutos en Primera.
Menos de tres meses después, tachó otro objetivo en la lista, ya que convirtió su primer (y hasta el momento único) tanto con la azulgrana, que a la vez fue el único grito de ese encuentro y significó la victoria por la mínima ante Vélez, en los hasta ahora 27 partidos que lleva disputados desde su presentación.
Hoy, con un rol cada vez más importante en el plantel y ya afianzado en Primera, es muy probable que tenga la posibilidad de comenzar el torneo como titular cuando el fin de semana el conjunto que dirige Paolo Montero visite a Arsenal, aunque él conserva la humildad: “No me siento titular. Hay una competencia interna sana en la que el compañerismo mismo te hace ser mejor. Hay que ganarse el lugar entrenando”.
Ese lugar que ocupará en el once que esté desde el inicio en Sarandí, lo obtuvo tras la lesión que sufrió Cerutti en su rodilla, pero también debido a que le respondió al DT el sábado en el último amistoso de preparación, luego de haber convertido uno de los tres tantos del Ciclón ante Aldosivi.
Los otros dos fueron obra de Franco Di Santo, quien además asistió a Julián en su festejo y por eso Palacios bancó al delantero mendocino: “Cuando llego a San Lorenzo todos lo mataban. Me llamo la atención como se toma las cosas y el hecho de decir ‘voy a revertirlas’. Es un crack y un pilar para nosotros”.
Y si de pilares y referentes hay que hablar, en San Lorenzo actualmente hay dos integrantes del equipo campeón de América que se encargan desde el ejemplo de guiar al resto, y a quienes el volante pampeano también llenó de elogios y no pudo ocultar su admiración para con ambos: “Con la llegada de Orti, el vestuario está muy bien. El gordo te dice las cosas de frente y está en los detalles. Lo ves entrenando en doble turno y eso te motiva. Torrico me sigue sorprendiendo. Con la edad que tiene sigue haciendo doble turno. Me invita a entrenar en el club. Con la edad que tiene está todo el tiempo tratando de ser mejor”.
“Matías no entiende como no tuvo oportunidades, me sigue preguntando por el club, en la Selección fue figura y ganó de todo. Lo chamuyaron con que lo iban a tener en cuenta y cuando vino la oferta me dijo que se quería ir porque estaba cansado de correr alrededor de la cancha y no jugar. Me duele porque quería jugar con él. Mi vieja fue para allá, está feliz allá y hablo siempre”, confesó respecto de la salida de su hermano del club.
Para finalizar, contó que en varias oportunidades estuvo a punto de rendirse y dejar todo atrás: “Pienso que a los juveniles se nos da poco lugar. A mí me paso varias veces desde que subí a Primera. Estuve cinco o seis veces por dejar e irme a mi casa”.
Incluso, a principios de 2021 estuvo a punto de irse cedido a préstamo a Talleres, pero no solo que el pase no prosperó, sino que también se volvió consciente del significado que tiene en la gente de San Lorenzo: “La pasé mal porque no estaba jugando no tenía consideración del técnico ni bajaba a reserva a sumar minutos. Ya tenía todo para irme, pero a la media hora me dijeron que no me iba. La pasé un poco mal, pero con el correr de los días me di cuenta del cariño que me tiene la gente. Se me eriza la piel, extraño mucho que vayan a la cancha”.