La ilusión de la hinchada argentina hacía presuponer que el estadio de Lusail iba a estar repleto, lo mismo ocurría desde el lado mexicano, y minutos después de consumada la primera victoria argentina en Qatar 2022 por 2 a 0 ante la «Tri», la FIFA informó que con 88,966 personas en las tribunas, se convirtió en el partido con más cantidad de expectadores desde 1994.
Hace 28, cuando Brasil le ganaba por penales la final a Italia de aquella Copa del Mundo celebrada en Estados Unidos, se establecía el récord de público en un recinto futbolístico de esta envergadura: 94.194 personas se acercaron hasta el Rose Bowl, en la ciudad de Pasadena, condado de Los Ángeles, estado de California, para ver la victoria brasileña 3 a 2 desde los 12 pases, tras haber igualado 0 a 0 en el tiempo reglamentario.
Esta tarde (noche en Quatar), Argentina y México no lograron superar esa marca (de hecho en ese Mundial de Estados Unidos, hubo más partidos con más de 90.000 espectadores), pero sí establecieron un nuevo número en los últimos 28 años, con los 88.966 fanáticos que observaron el partido en el lugar.
En medio de la polémica por la falta de público en las gradas en otros partidos, este récord le da a la organización algo de confianza para lo que pueda venir.
Contra Polonia, el próximo miércoles a las 16 (hora argentina), ¿podrán imponer una nueva marca? Eso será imposible, por el Estadio 974 tiene una capacidad máxima de 44.089 espectadores.