Como sucede con cualquier actividad deportiva cuando se realiza de manera consciente y equilibrada, correr aporta innumerables beneficios a nuestra salud. Sin entrar en contradicción con la afirmación anterior, también es real que los estímulos a los que sometemos a nuestro cuerpo provocan algunas reacciones particulares del organismo. No son para asustarse ni preocuparse, pero sin dudas llaman la atención cuando nos iniciamos en esta actividad. Acá, algunas de las cosas raras que pasan cuando corrés:
1. Tos persistente
Terminás de correr y, de repente, comenzás a toser como si tuvieras asma o alguna afección bronquial. Esto sucede porque, como realizaste un esfuerzo mayor al acostumbrado, los músculos que recubren los pulmones reciben un espasmo. Sin embargo, cada uno tiene una predisposición diferente a esta reacción, que también puede depender del nivel de entrenamiento en el que te encuentres (si estás en tu mejor forma, tenés menos probabilidades).
Otro factor a tener en cuenta es el ambiente. En un clima frío y seco hay más chances de toser, porque las vías respiratorias tienen más trabajo para humidificar el aire que va a los pulmones, por lo que pueden irritarse y conducir a la constricción y la tos. Usar un buff y respirar a través de él puede ayudar a minimizar esta molestia.
2. Sabor metálico
En un esfuerzo exigido podés comenzar a sentir el gusto a sangre en el final de la garganta, por los glóbulos rojos que empiezan a “estallar”.
Cuando vas más allá de cierto umbral, los glóbulos rojos liberan hierro, y de ahí el gusto que sentís en la boca. Esto, sin embargo, debería ser solamente temporal. Acá hay que estar atento, porque si sentís siempre este gusto deberías consultar a tu médico.
3. Nariz que gotea
Es común entre quienes realizan actividades al aire libre tener una rinitis inducida por el ejercicio. O sea, más mocos pugnando por salir al exterior. Esto se agrava cuando hay un nivel alto de alérgenos como el polen o el polvo (ni hablar en primavera si sos alérgico). Se irritan las fosas nasales y comienza la sobre producción de mucosidad. Algunos científicos creen que la contaminación del aire favorece este efecto molesto.
4. Necesidad urgente de ir al baño
La mecánica interna que requiere correr moviliza nuestro organismo y pone en movimiento ciertas necesidades. En general, se consumen muchas azúcares y hay poca sangre disponible para realizar una correcta digestión, así que hay que tener cuidado con eso.
5. Picazón
Es común que comiencen a picarte los muslos. Esto puede ser provocado simplemente por una piel que se resecó, o porque las arterias y capilares comienzan a estimular ciertos nervios a medida que se calienta el cuerpo. También existen casos de personas con urticarias producidas por el ejercicio, una reacción alérgica que además de picazón produce enrojecimiento y, cuando se complica, incluso dificultades respiratorias.
Si no se trata de estas reacciones alérgicas, simplemente vas a tener que mantener tu piel hidratada y calentar suavemente para evitar esta sensación.
6. Niebla mental
Apenas terminás una carrera es probable que te sientas un poco aturdido y no recuerdes algunas cosas como dónde dejaste el auto. Acabás de absorber todo el glucógeno para usarlo como combustible, y tu cerebro necesita un poco para pensar con claridad. No es grave: Tomá bebidas que te recuperen, comé algo y volvés a estar como antes.
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