Con los octavos de final, el máximo certamen continental entra en la etapa decisiva; con Huracán y Atlético Nacional, el último y el primero de los clasificados, este martes comienza un recorrido que no perdona los errores.
Los brasileños llaman a la etapa de eliminación directa «el mata-mata». Sin dramatizar, por supuesto, desde los octavos de final empiezan a verse los partidos más atractivos de laCopa Libertadores. Es otra adrenalina. Cada partido quedará envuelto por esa tensión tan característica de la mística del más antiguo torneo de clubes del continente. Huracán, ante Atlético Nacional, será el encargado de abrir el juego para los argentinos esta noche, desde las 19.30. Un recorrido por las cinco llaves que tienen participación argentina:
Las fechas y los horarios de todos los partidos de los cuartos de final.
Racing vs. Atlético Mineiro: Informantes y figuras
Clasificarse segundo le dejó un emparejamiento comprometido a Racing, que además no logra recuperar piezas del calibre de Lollo y Bou. Atlético Mineiro es el rival, un equipo con un distinguido toque rioplatense: el técnico es el uruguayo Diego Aguirre; una de sus figuras y goleador se llama Lucas Pratto; Jesús Datolo hizo las veces de espía y dio detalles a sus compañeros sobre la Academia («tienen futbolistas con experiencia, con un pasado europeo», explicó) y el ecuatoriano Juan Cazares -divisiones inferiores en River y de paso por Banfield- es una pieza de recambio para un club que jugará, el 1° de mayo, la final del campeonato estadual. Como si hiciera falta, contrató a Robinho como refuerzo para levantar por primera vez la Copa Libertadores.
Cerro Porteño vs. Boca: salir de los clásicos
Lastimados, así quedaron Boca y Cerro Porteño, que jugarán pasado mañana, desde las 21.45, en el estadio de los Defensores del Chaco. Entonces, la Copa Libertadores se ofrece como el mejor remedio para soportar esas dolencias que dejaron los clásicos: física en los xeneizes, después de la confirmación de la rotura del tendón de Aquiles izquierdo de Gago ante River; matemáticas en los guaraníes, que cayeron 2-1 con Olimpia y quedaron relegados en la pelea por el certamen nacional. Entonces, el resultado de la cita inicial tendrá un valor deportivo y anímico.
La frustración y el escándalo que significó la eliminación en 2015 a manos de River, en esta misma instancia, después de ser los mejores de la etapa de grupos, es una marca que acompañará por siempre a Boca. Por esa razón, el máximo certamen continental de clubes es una obsesión para los xeneizes, que alzaron el trofeo en seis oportunidades. Las recuperaciones de Cata Díaz y Carrizo son noticias alentadoras: el zaguero tomaría el puesto de Tobio; el extremo se convierte en otra carta ofensiva para el esquema de los mellizos Barros Schelotto. Los paraguayos, que se clasificaron en la última jornada, tras vencer 1-0 a Independiente Santa Fe, tienen entre sus filas a Jonathan Fabbro, un futbolista forjado en Boca y con fugaz paso por River. El DT Gustavo Morínigo pretende al goleador del fútbol guaraní, el delantero Brian Montenegro.
Gremio vs. Rosario Central: brasil, tierra hostil
En su casa, los brasileros son una piedra en el zapato para Central. Palmeiras lo superó 2-0 en el Grupo 2 de la actual Libertadores. En 2004, en el Morumbí, San Pablo lo eliminó por penales en octavos de final. En 2000, fue Corinthians quien lo dejó vacío en octavos -4-3 por penales; 3-2 en los 90 minutos-. En 1988, el éxito 1-0 de Santos, en el encuentro de ida, resultó la diferencia para que los peixes levantaran luego, en Rosario, la Copa Conmebol. Si hasta tres años antes, Atlético Mineiro lo goleó 4-0 en la primera final de la Conmebol, aunque los canallas revirtieron la serie. Ahora llega Gremio, con quien no existen antecedentes. Sin embargo, el presidente Romildo Bolzan Junior dijo «si jugamos como hoy -batió 3-1 a Juventude, pero quedó eliminado del torneo estadual-, podemos hacerle cinco a Central».
Huracán vs. Atlético Nacional: otra vez cara a cara
El mejor y el peor de los 16 clasificados. Un duelo entre conocidos, porque Huracán y Atlético Nacional fueron rivales en el Grupo 4, ése que los colombianos ganaron con holgura (16 sobre 18 unidades) y en el que el Globo fue el único rival que le quitó puntos. Otra prueba para el club de Parque Patricios, que sabe reponerse en la adversidad: el vuelco del micro en Venezuela dejó secuelas físicas en Toranzo y Diego Mendoza y anímicas en el resto del plantel.
El crédito favorece a Atlético Nacional -tiene la valla invicta-, aunque el Globo le enseñó su temple: empató y consiguió la clasificación en el estadio Atanasio Girardot. «Valoro el esfuerzo de estos jugadores; llegar a esta instancia es algo que muy pocos creían», dice Domínguez, el artífice táctico de este presente de ilusión.
Independiente del Valle vs. River : un juego que lo seduce
Es indudable que River, desde el arribo de Marcelo Gallardo a la dirección técnica, dejó un sello en los mata-mata. La Copa Sudamericana 2014 y las Recopa Sudamericana y Copa Libertadores 2015 así lo enseñaron, torneos en los que los millonarios impusieron condiciones en esas series que aceleran el pulso. El equipo, en esas instancias, ofrece un plus: el entrenador tiene una capacidad para leer los juegos y los futbolistas le responden en la cancha. Las definiciones dramáticas con Boca, el mejor ejemplo. Pero esta versión no tiene muchas similitudes con aquellas que recuperaron el brillo con las conquistas de las copas internacionales que volvieron a desfilar por las vitrinas de Núñez: el grupo se mira al espejo y no se reconoce.
La visita a Quito, el cotejo se disputará en el estadio Atahualpa, ya que Independiente del Valle tiene el suyo en Sangolqui, con aforo para apenas 7.322 espectadores, debería ser la plataforma sobre la que River desarticule los fantasmas que lo acechan y lo llenan de incertidumbre.
Frente a un rival que no tiene una trayectoria, pero que articulará junto con la altura para dar batalla, Gallardo desea devolverle a los hinchas las sensaciones que motivaron que River se posicionara un peldaño por encima del resto. Tiene los argumentos futbolísticos, falta que cada individualidad vuelva a creer en su potencial para marcar la diferencia.