Hay muchos corredores que, además de adorar dar sus vueltas, también piensan en adelgazar haciéndolo. Pero, ¿cómo hacer eso de forma saludable? Proponemos cinco estrategias que harán que tu objetivo sea alcanzado de forma segura y duradera.
1. El primer paso para adelgazar corriendo debe ser dado lejos de las calles. Antes es preciso encontrar un médico para que hagas exámenes que digan si estás apto o no para comenzar a practicar la actividad. Los exámenes más comunes son el test de ergometría, el hemograma completo y el ecocardiograma, pero pueden pedirse más dependiendo de la evaluación hecha por el profesional de la salud.
2. Adelgazar corriendo no es sinónimo de prisa. Si estás saliendo ahora del sedentarismo, hay que empezar despacio, respetando tus límites. Intercalar la caminada con un trote bien leve, combinado con algunos ejercicios de fortalecimiento articular preparatorio para la actividad, es ideal para quien está saliendo de la inercia. Eso se debe a que ese tipo de entrenamientos estimulan al organismo a evolucionar físicamente, además de usar la grasa como fuente de energía.
3. Para alcanzar tu objetivo de adelgazar corriendo es importante que te alimentes bien, es decir, come de todo, pero de forma equilibrada. Sin excesos, tu plato debe contener alimentos de los tres grupos: carbohidratos, proteínas y grasas. Antes de los entrenamientos, da preferencia a los carbohidratos complejos, como panes, tostadas y arroz integrales y de avena. Éstos ayudan al cuerpo a usar la grasa como fuente de energía y a mantener el rendimieno durante la carrera. Las proteínas (carnes en general, legumbres, leche y derivados) y las grasas (mantequilla, margarina, aceites, castañas, etc.) también pueden ser consumidas en ese momento, pero en menores cantidades.
4. ¿Ya intentaste correr y lo dejaste? Para que eso no vuelva a pasar, el secreto es variar los entrenamientos. Además de favorecer la evolución rápida del rendimiento, esa alternancia ayuda al corredor a mantenerse más motivado y enfocado. Otra sugerencia es trazar metas detalladas y seguir su proceso periódicamente. Ponerse objetivos cortos, basados en el porcentaje de grasa corporal, peso y kilómetros recorridos, por ejemplo, ayuda a mantener la motivación en alta.
5. Algunos tipos de entrenamiento favorecen más la quema de grasa que otros. Por eso, es importante que sigas la planilla respetando las actividades previstas por el entrenador. Ejercicios que mantengan las pulsaciones entre el 60 y el 70% son los más indicados. Y atento: para conseguir adelgazar con el running usando la grasa como fuente de energía, el entrenamiento deberá alcanzar la mayor parte del tiempo posible un rango cardíaco ya determinado en el examen ergométrico (o ergoespirométrico).
(Fuentes: José Carlos Fernando, director técnico de la asesoría deportiva ZTrack Deporte y Salud, y Luís Ricardo de Souza Alves, nutricionista post graduado en nutrición deportiva, que dirige la clínica Nutrición Fácil).
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