Tras el mazazo que fue el 0-4 con San Lorenzo, El DT de Boca consiguió que Angelici le diera una chance más para intentar revertir el mal momento; ante Atlético Tucumán será otro choque crucial; asoman nombres para la sucesión.
Nadie salió indemne del golpazo. La contundente goleada sufrida anteanoche frente aSan Lorenzo , en Córdoba, sacudió a Boca . Desde los integrantes del cuerpo técnico y del plantel hasta los miembros de la Comisión Directiva, todos están aturdidos por la sucesión de impactos. Saben que se tocó fondo. Que desaprovecharon una gran chance de borrar todo lo malo que habían hecho hasta aquí en este incipiente 2016 y a la vez sumar a las vitrinas del club una copa más.
Para Rodolfo Arruabarrena y su equipo, el impacto anímico resultó comparable al de las dos eliminaciones internacionales consecutivas ante River, en la Sudamericana 2014 y la Libertadores 2015 por una cuestión de arrastre. Y en ese contexto, una marea de rumores azotó al club de la Ribera durante toda la jornada de ayer.
Tras la práctica matutina, donde el plantel le expresó su total apoyo al DT, hubo una larga reunión entre el Vasco y Daniel Angelici. En ese cónclave, el presidente del club le dijo a Arruabarrena que la mayoría de los integrantes de la Comisión Directiva le había quitado el apoyo y que, casi de forma unánime, creían que el ciclo estaba terminado. Incluso, versiones que no fueron confirmadas por el club indicaron que en esa charla Angelici le pidió la renuncia al entrenador, pero que ante el pedido de una chance más para intentar revertir la situación, el dirigente cedió. Por ello, el Vasco se sentará en el banco de suplentes de la Bombonera pasado mañana, cuando Boca reciba desde las 19.15 a Atlético Tucumán.
Según la agencia Télam, tras esa reunión, Angelici recibió el llamado de cada uno de los referentes del equipo (Agustín Orion, Daniel Díaz, Fernando Gago y Carlos Tevez), para expresarle el apoyo unánime del plantel al DT.
¿Qué significa para Arruabarrena esta nueva chance? La posibilidad de demostrar, y demostrarse, que lo intentó todo. Que si los jugadores le manifiestan en la cancha con fútbol y entrega el apoyo que expresan verbalmente fuera de ella, habrá una luz de esperanza. Y que si ante los tucumanos el resultado no acompaña, no habrá reproches.
¿Qué beneficio obtiene Angelici de esta situación? En principio, corrige el error que cometió hace casi un año y medio, cuando despidió a Carlos Bianchi sin darle la chance de dirigir un partido más al DT más ganador de la historia del club. A la vez, imagina que con esto evitará el domingo un nuevo Bombonerazo en su contra. Angelici tomó siempre muy en cuenta la reacción de los aficionados y los efectos de sus decisiones. Si Boca reacciona y el ciclo del Vasco se endereza, Angelici será el único que lo habrá bancado en la adversidad. Y si no, será Arruabarrena el que renuncie y no él quien haya despedido a otro ídolo. Sea lo que fuere, Angelici ya no quedará mal parado.
Es que no será un domingo más en la Bombonera. Cerca del mediodía de ayer, Juan Román Riquelme reapareció en escena y anunció que irá a la cancha para respaldar al plantel y al cuerpo técnico. Las dos últimas veces que Riquelme estuvo en la cancha (la despedida de Sebastián Battaglia y las elecciones de diciembre pasado en las que los socios reeligieron a Angelici) se generó un concierto de insultos hacia el presidente.
El calendario no ayuda en nada a Arruabarrena. Hasta el 6 de marzo, Boca jugará que siete partidos, incluidos el debut en la Copa Libertadores ante Deportivo Cali, en Colombia, dos encuentros seguidos frente a Racing (torneo y Copa) y, como cierre, el superclásico ante River, en el Monumental. Casi un partido cada tres días.
Esta situación de continuidad condicional a la que queda expuesto el Vasco de aquí en más provoca una inevitable enumeración de posibles candidatos a sucederlo. El nombre que más sonó ayer fue el de Guillermo Barros Schelotto. Tras la desprolija experiencia en el Palermo italiano (debió renunciar porque su título de DT no fue homologado por la UEFA), el Mellizo regresaba esta madrugada a la Argentina y, llegado el caso, será uno de los primeros en sentarse a dialogar con la dirigencia.
Pero no es la única alternativa que se maneja. El nombre de Marcelo Bielsa parece utópico. Sin embargo, el Loco se sentaría a escuchar una propuesta boquense, con una condición ética: que no haya un colega en funciones. Otros nombres que barajan los miembros de la CD que ya no apoyan al Vasco son los de Diego Cocca y Gustavo Alfaro.
«En algún momento Guillermo será DT de Boca porque es una gran persona y muy querido en el club», dijo Angelici antes del 0-4. Habrá que ver cuánto tarda en convertirse en realidad su premonición si es que el Vasco no tuerce el rumbo.