Alan González, el jugador de Ferro de General Pico que pasa la cuarentena entre la religión y las entrevistas: «Sueño con tener un programa de radio»

Alan González, el jugador de Ferro de General Pico que pasa la cuarentena entre la religión y las entrevistas: «Sueño con tener un programa de radio»
10 Julio, 2020 a las 22:01 hs.

  • El bahiense se encuentra en Ferro de Pico y mientras espera el regreso de la actividad incursiona como entrevistador en su Instagram.

La cuarentena que nos toca vivir hace más de 100 días nos obligó a todos a reiventarnos, de una u otra manera. Para pasar el tiempo, o aprovechar los momentos de ocio, o bien para intentar ocupar la cabeza en algo más que el COVID-19.

Si bien en La Pampa la situación está muchísimo más controlada que en Bahía Blanca y se realizan actividades casi con normalidad habitual, esto también le sucedió a Alan González, ex jugador de Villa Mitre.

Actualmente en Ferro de General Pico, Alan encontró una nueva vocación en sus ratos libres de cuarentena que hasta lo llevaron a proponerse un nuevo sueño: "El día de mañana voy a tener un programita de radio. Me gustaría


  • El bahiense se encuentra en Ferro de Pico y mientras espera el regreso de la actividad incursiona como entrevistador en su Instagram.

La cuarentena que nos toca vivir hace más de 100 días nos obligó a todos a reiventarnos, de una u otra manera. Para pasar el tiempo, o aprovechar los momentos de ocio, o bien para intentar ocupar la cabeza en algo más que el COVID-19.

Si bien en La Pampa la situación está muchísimo más controlada que en Bahía Blanca y se realizan actividades casi con normalidad habitual, esto también le sucedió a Alan González, ex jugador de Villa Mitre.

Actualmente en Ferro de General Pico, Alan encontró una nueva vocación en sus ratos libres de cuarentena que hasta lo llevaron a proponerse un nuevo sueño: «El día de mañana voy a tener un programita de radio. Me gustaría que sea de actualidad, con entrevistas y sobre todo enfocado en el deporte», le contó el defensor a La Nueva.

En esta nueva rutina diaria, González comenzó a hacer entrevistas en su cuenta de Instagram y se entusiasmó. Tanto que ya lleva más de 30 charlas y la idea de seguir está firme, más allá de pandemia.

«Arranqué con un amigo que atajó conmigo en El Salvador y es arquero de la Selección de allá. Me parecía que era un buen comienzo. Y después le seguí metiendo, más allá de que las preguntas eran medias básicas, le iba agregando cosas y me fue gustando. Así que seguí…», explicó Alan.

«Me pareció una buena forma de interactuar -agregó-, además de charlar un rato con algún conocido o amigo; me parecía bueno que la gente se entere quién era la otra persona a la que entrevistaba», señaló.

Desde que comenzó hace unos meses hasta hoy, Alan ya realizó más de 30 entrevistas con viejos conocidos y más que nada gente ligada al ambiente futbolístico.

Tanto fue creciendo esto, que hasta se armó una especie de «competencia» entre los entrevistados.

«Porque el récord de gente viendo lo tenía con el Tanque (Juan Pablo Zárate), que eran 44, y con Martín (Carrilo) los superamos, llegamos a 48. Así que se armó competencia ja, ja», bromeó González.

Rodrigo Sánchez, Mariano Mc Coubrey, Martin «El Gula» Aguirre, Diego y Sergio Escudero, Marcelo Perugini, o el midgista Julio César «El Rifi» Monteros son algunos de los personajes que pasaron por el interrogatorio del central de 31 años.

«En el medio de las preguntas también le meto un poco de anécdotas, de humor. Con los únicos que nunca había tenido trato era con Maxi Gagliardo, que me lo recomendó un hermano como Pablito Rosselli (entrenador de arqueros de Ferro), con Diego País y Roberto Depietri», contó.

El Lado «B»

-Imagino que la idea es un poco contar anécdotas y las cosas que viven ustedes más allá de la pelota, ¿no?

-Claro. La idea es contar un poco el Lado B. El otro día, por ejemplo, con Alexis Cabrera, el que jugó en Villa Mitre y en Olimpo, contó algo que le tocó vivir a él, muy personal. Que fue cuando ganó la tenencia de los hijos, siendo uno de los pocos casos en Argentina. Y la gente después me mandaba mensajes, que le había gustado, porque habían visto otra parte de un futbolista. Que no es todo entrenar, jugar, ir al gimnasio y tomar vitaminas. Son un montón de cosas ser futbolista. Él también contó que a los 27 años dejó de jugar al fútbol porque decidió luchar por sus hijos, por eso digo que la nota más que nada son futbolísticas pero también van por el lado personal.

-¿Te ves haciendo esto en un futuro, o cuando pase la pandemia listo?

-Vos sabés que me ha gustado mucho. Me gusta el tipo de periodista descontracturado, no el que hace dos preguntas punzantes y listo. O ese periodista que le da para hacer dos preguntas y nada más. Me gustó y la mayoría de los que entrevisto, más allá de que son amigos, el comentario es muy bueno, que le siga metiendo y eso… Y el día de mañana puede ser una puerta, ¿Por qué no?

En este momento tan raro y complicado, capaz encontraste otra vocación…

-Sin querer capaz que se me abrió una puerta para el día del mañana. No te digo ser un Cabezón Ruggeri pero… La verdad que no me disgusta este ámbito, más allá de que siempre tuve la mejor con los periodistas, no me disgusta. Es más, me parece atractivo, aunque no sé si en una radio sería lo mismo… aunque tengo el sueño de tener un programa de radio, eh.

-¿Sí? ¿Te gustaría tener un programa?

-Sí, ya dije: el día de mañana voy a tener un programita. Me gustaría que sea de actualidad, con entrevistas y sobre todo enfocado en el deporte.

-Mi imagino que será en Bahía, en Villa Mitre….

-Seguuuuro. Es donde está mi corazón.

La religión como bandera

Además de incursionar como entrevistador, Alan también es parte desde hace años del «Ministerio Deportistas de Cristo», algo que le hizo ver la vida que transita junto a su mujer (Julieta) y sus dos hijos (León y Alma) de otra forma y que también le sirvió a la hora de entrar a una cancha.

«Pertenezco al Ministerio que se llama Deportistas de Cristo, nuestro pastor es Damián Felicia. Lo he tomado no como una religión, sino como un estilo de vida. Algo que te da principios, a nosotros nos ha cambiado muchísimo la forma de pensar, de vivir y obviamente de avanzar en este camino», explicó.

«Arranqué cuando conocí a Dami Felicia en Villa Mitre en el 2009 -contó-, en ese momento él nos hablaba de Cristo y yo en mi juventud no le daba mucha bolilla, es la realidad. Después, cuando uno va siendo grande y conociendo cosas que no te hacen feliz, o crees que la felicidad depende de algo, vas aprendiendo. Después nosotros vemos que teniendo a Cristo tenemos todo. Ahí empezás a entender la vida. De lleno me metí en 2016; la verdad que es muy lindo para la vida y se lo recomiendo al que quiera», admitió.

-¿En qué te ayudó a vos particularmente?

-A valorar, en entender que hay autoridades y que se respetan, como puede ser un técnico o un dirigente. En cuidar cosas que uno antes descuidaba, como puede ser la familia, el matrimonio, los hijos. A partir de eso uno se da cuenta de que todo lo que estaba haciendo en «la vieja vida», como le decimos nosotros, era malo.

-¿Y a partir de ahí empezaste a cambiar algunas cosas?

-Sí, lógico. A cambiar y a entender que nosotros somos exitosos, no por ser futbolistas o por cobrar mucho, sino que somos exitosos por la fe, como dice un libro que sacó Damián. En esta cuarentena nosotros entendimos que la fe era algo importante, porque íbamos a tener tiempo para nosotros. Por ejemplo, con mi mujer en la cuarentena nos pudimos comprar un auto, ahí nos dimos cuenta de que Dios estaba obrando en nosotros y que la fe nos iba a llevar hasta esto lugares.

-¿Y en la cancha te sirvió?

-Sí, en la cancha uno trata de manejarse distinto ahora, pero después, obviamente que está lo que es el humano y la carne que nos lleva a reacciones malas que uno las tiene que cambiar; todos los días hay cosas por cambiar. Pero bueno, es entendible que a veces hay que perder para ganar.

-Me acuerdo que una vez, jugando para Ferro contra Liniers, les mostraste el tatuaje que tenés del escudo de Villa Mitre a los hinchas y los hiciste enojar un poco.¿Hoy lo harías?

-¡Nooo…! Hoy no lo haría; estoy arrepentido totalmente de eso. No lo haría aunque no fuera cristiano. La verdad que en ese momento fue un impulso. Como he hecho un montón de cosas de las que hoy me arrepiento.

-Bueno, pero esto también es parte del aprendizaje, ¿no?

-Lógico… Uno en ese momento creía que se las sabía todas y la verdad que terminaba siendo un ignorante bárbaro. Hoy, con 31 años, no haría jamás eso y, es más, si veo que un compañero lo hace me enojaría. Pero nada, es un proceso en el que uno va entendiendo cosas.

El presente deportivo

Pese a que se le venció su contrato con Ferro de Pico el 30 de junio como a muchos otros futbolistas, Alan arregló su continuidad con el club pampeano en caso de que la competencia se reanude más adelante.

«Acá estamos haciendo vida casi normal por suerte, yo me estoy entrenando con Piru (Ramiro Formigo, jugador de Villa Mitre que está en Pico). En Ferro no hay novedades, como no debe haber ni el Consejo Federal. Lo único que me da expectativas de decir «algo hay» es que se haya ido Giganti (el ex DT de Ferro) del equipo a Estudiantes de Buenos Aires. No creo que contraten un técnico sabiendo de que no va a arrancar el fútbol, quizás ellos en Buenos Aires tienen la noticia un poquito más adelantadas que nosotros. Es lo único de que me da a pensar de que va a volver el fútbol, con un montón de cuidados, pero va a volver», contó.

El equipo de Alan integra la misma zona que los 3 representantes de la Liga del Sur y al momento se encuentra en la sexta colocación, con 31 puntos.

-Cuando se vuelva, ¿con qué formato te gustaría que sea, más allá de que depende mucho de las fechas?

-Yo soy un convencido de que tiene que volver con los seis equipos que están clasificados, porque volver a jugar lo que resta de fase regular y después los cruces significaría jugar cada cuatro días y es imposible. Habría que empezar a jugar cuando se esté yendo el frío, mediados de septiembre u octubre.

Alan pertenece a una familia con raíces bien villamitrenses y pese a algunas pruebas en el fútbol capitalino, es un producto genuino de la cantera tricolor.

En la Villa jugó más de 200 partidos y se dio el gusto de conseguir el ascenso al Federal A en 2015.

-No debe haber sido fácil irte de Villa Mitre e imagino que siempre están las ganas de volver…

-Sí, siempre están. Más viendo como está hoy el club, que avanza a pasos agigantados. Hablo con muchos de los chicos, me pone contento que el club crezca desde la infraestructura y que eso vaya de la mano con lo deportivo. Está un poco la deuda pendiente del ascenso, primero me gustaría ascender con Ferro pero si no se da, que ascienda Villa Mitre.

-Si es así, lo vivirás como hincha….

-Seguro, seré un hincha más expectante en la cancha o escuchándolo por radio.

Fuente: La Nueva.

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